Consideraciones especiales para los edificios comerciales

Los edificios comerciales tienen algunas diferencias clave con respecto a las viviendas unifamiliares. Una de las más básicas es el tamaño del edificio. Los espacios comerciales pueden ir desde escaparates individuales hasta edificios de apartamentos de gran altura o almacenes que abarcan cientos de miles de metros cuadrados. El mayor tamaño de estos edificios puede significar un mayor volumen de demanda de agua y puede hacer más difícil detectar los pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes.

Cuando hay una fuga de agua, la gravedad la arrastra hacia el suelo a través de cualquier camino libre que el agua pueda encontrar. Dependiendo de la construcción del edificio y de la ubicación de la fuga, ésta podría bajar directamente a través de una cavidad de la pared o del hueco del ascensor, o podría atravesar un espacio del techo y llegar a otras partes más distantes del edificio. Cuanto más grande sea un edificio, como un rascacielos, más complicado puede ser localizar, detener y reparar una fuga importante.

La mayoría de las fugas y los daños son evitables, pero un administrador de fincas debe conocer las causas más comunes y cómo abordarlas. Estas son algunas de las fuentes más comunes de daños por agua en los edificios comerciales y de gran altura:

  • Atascos en las tuberías
  • Fugas en las tuberías
  • Electrodomésticos ineficientes (lavadoras, lavavajillas) que estresan el sistema con una alta demanda de agua
  • Mala aplicación de las válvulas de seguridad
  • Malos hábitos de fontanería, como tirar de materiales inadecuados y utilizar productos químicos cáusticos para eliminar los atascos
  • Catástrofes naturales como tormentas e inundaciones

Categorías de daños por agua

Cuando se trata de daños causados por el agua, hay que conocer tres categorías. Estas categorías se basan en el origen del agua y el potencial de daño que conlleva.

  • Categoría 1: Es el agua que procede de una fuente como el suministro de agua limpia de un edificio. Si se soluciona en 24-48 horas, la mayor parte del agua de categoría 1 supone un bajo riesgo para la salud. Sin embargo, incluso el agua limpia puede empezar a causar moho en tan sólo 48 horas.
  • Categoría 2: Esta categoría se conoce como "aguas grises". Esta agua procede de fuentes que podrían tener una contaminación de leve a grave, incluidos los sistemas de extinción de incendios, las líneas de agua de refrigeración tratada y la descarga de equipos. Se debe tener precaución con el agua de categoría 2. Los materiales expuestos al agua de categoría 2 pueden no ser recuperables.
  • Categoría 3: Las "aguas negras" son aguas altamente contaminadas y peligrosas que conllevan un importante riesgo de enfermedad, infección y daños irreparables. Entre las fuentes de aguas negras se encuentran las alcantarillas, los desagües y el agua desbordada de ríos, lagos o el mar. Hay que tener mucha precaución con las aguas de categoría 3. La mayoría de los materiales expuestos a daños de categoría 3 probablemente tendrán que ser reemplazados.

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